Mamá, cumples 91.
Aquí estamos, en el camino de la vida. El tiempo pasa irremediablemente, a cada segundo. Todos y todas más viejas. Y tú habrías cumplido 91.
Es inevitable echarte de menos, aunque no has dejado de estar aquí, entre tus seres queridos.
Hoy habríamos bajado a comer fuera, quizá.
O como mínimo a tomar un helado cuando el sol hubiera empezado su marcha.
¿Habríamos hecho eso?
Te quiero, Maru.
Tu vacío sigue siendo doloroso.